Desde que tiene memoria vivió creyendo que el hueso de la muñeca era un chichón que iría creciendo hasta matarla. A los siete años le dijeron que de aquello no se moriría, a pesar de que todavía ahora tiene la necesidad de encontrar bultos por todas partes. A los dieciséis descubrió Víctor Català, y la fiebre para leer la trajo, un año más tarde, a Barcelona, donde empieza el grado de Estudios Literarios. Allí lee Foster Wallace, se obsesiona con la pintura de Max Ernst y los rizomas de Deleuze. Ha cursado el máster en Construcción y Representación de Identidades Culturales.
Paralelamente también participa en proyectos del mundo audiovisual y colabora con la revista Caràcters. Sostre de carn es el primer poemario de la autora donde explora, a través de la fantasía de la expansión infinita de la carne, las frustraciones y los placeres de saberse un cuerpo agujereado. Isern desencaja la palabra para liberar un lenguaje cárnico y desmembrado. Un poemario que profundiza sobre la convulsión que se enrampa a los versos y los desequilibra.
- Última actualización: 15-01-2018
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